lunes, 5 de enero de 2009

INVASIÓN

Hoy vino una amiga a buscar mi mochila de mochilero que necesita para sus vacaciones. Pero llegó paranoica, antes de entrar miró hacia ambos lados y me hizo cerrar rápidamente la puerta de entrada. Algo raro había pasado.
Sí. La noche anterior habían entrado a su departamento. La puerta de abajo no estaba forzada, asi que se supone que el/los/la/las ladrones entraron con llave o por el garrage.
De las dos puertas de su departamento una tenía la cerradura rota. Asi la encontró su mamá cuando llegó a la noche mientras su papá y ella intentaban arreglar la luz, que habían cortado los ladrones. Más tarde, su mamá lo adjudicaría a que en esa puerta faltaba la mezuzá que se había llevado el rabino para controlar. Destino, casualidad, religión, para algunos; nada que ver, cualquiera, para otros. No hay un porqué. Lo único cierto es que alguien sabía que ese día en esa casa estaba todo lo recaudado en Navidad y Reyes.

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