lunes, 26 de enero de 2009

SOBRE HÉROES SIN TUMBAS

HOMENAJE A 29 JÓVENES DESAPARECIDOS EN UNA ESCUELA DE BANFIELD
Sobre héroes sin tumbas

"¿Qué hay que hacer para mañana?", pregunta Sergio Cotter apoyado sobre la reja verde del patio de la Escuela Normal Antonio Mentruyt (ENAM) sobre la calle Las Heras, en Banfield, mientras Silvia Streger y Norma Cerrota fuman un cigarrillo a escondidas en el vestuario y Osvaldo Plaul se compra un alfajor. "El viernes es el cumpleaños de Stmana", le comenta Victor Galuz a Beatriz Le Fur, mientras esperan el sonido de la campana para salir al recreo.
La situación descripta, hoy sólo puede ser producto de la imaginación. Ninguna de estas voces se escucha porque fueron acalladas. Ningún cumpleaños se festejó, ningún sueño se cumplió porque los cuerpos de los ex estudiantes nunca aparecieron y sus rostros fueron robados. Todos quedaron libres y la carpeta de asistencias llena de ausentes al lado de sus nombres. Hoy, los 29 jóvenes desaparecidos son héroes sin tumbas.

La división "perdida".
A 30 años de la última dictadura militar, el ENAM, pudo por fin rendir homenaje a sus alumnos desaparecidos. Hace algunos años se había inaugurado una placa, pero las directoras a cargo nunca permitieron nada más hasta que la actual, Magdalena Taboada, presionada por la presencia de un inspector, aceptó que el acto recordatorio del 24 de marzo fuera en homenaje a los 29 alumnos que se llevó el terrorismo de Estado, que pertenecieron a distintas divisiones, pero fueron tantos como para formar una entera.
La idea surgió de un grupo de ex alumnos que comenzó a reunirse cada sábado, desde diciembre del año pasado para armar el acto, impulsados por el éxito de Memorias del Sur, un grupo que hizo un homenaje a los desaparecidos del Ateneo Israelita Argentino de Lomas de Zamora.
"Al principio teníamos 21 nombres, pero después fueron apareciendo otros y seguro que hay varios más", explica Mónica Streger, una de las organizadoras. Y no se confundió, porque dos días después del acto les llegó el dato del alumno número 30, Guillermo Savloff, a quien están viendo como incluir en el homenaje. Según una ex profesora de la institución, el joven egresó de Enam en 1945 y fue asesinado en enero de 1976.
El acto se llevó a cabo el jueves 23 de marzo, a las 9.30, en el patio de la escuela, ante cientos de personas, entre ellos Julio Bazán, periodista de Telenoche y egresado de la promoción 64, Gustavo Lerer, ex alumno quien lideró la lucha de los trabajadores del Hospital de niños Juan P. Garrahan, los músicos Marcelo San Juan e Ignacio Copani y Víctor De Gennaro, secretario general de la Central de los Trabajadores Argentinos, egresado de la promoción 65.
Afiches con la foto de una división con alumnos sin rostro cubrían toda la entrada del colegio. El gimnasio estaba repleto de carteles preparados por los alumnos, quienes al terminar 'la '"Ceremonia descubrieron un mural que pintaron con los nombres de los 29 homenajeados. Había una mesa con hojas en blanco, para que la gente pudiera expresarse y dejar sus mensajes y en una gran pantalla se proyectó un informe realizado por la producción de Telenoche, que Canal 13 había transmitido la semana anterior.
Un poco más tarde de lo previsto, una larga fila de alumnos ingresó marchando en medio de las sillas, dispuestas al frente y a los costados del escenario, con pancartas con las fotos de los ausentes. Un espectador frenó a unos de los chicos y le/preguntó su edad y el estudiante le contestó: "Deciséis". El hombre le comentó que el joven de la foto tenía su misma edad. El silencio se apoderó de la escena.
"No hay mejor forma de recordar y homenajear a los que dieron la vida luchando, que no dejar que esa lucha muera", dijeron tres chicas del centro de estudiantes en su discurso. También habló la directora, quien en medio de un abucheo general leyó un texto al que los alumnos y presentes tildaron de "hipócrita". Luego le llegó la hora a los miembros de la comisión organizadora que finalizaron su discurso con un fuerte y efusivo: "Nunca más terrorismo de Estado, nunca más indiferencia".
Pablo Geffner, hijo del homenjeado Mario Geffner, cantó tres temas de su autoría y los dedicó a los 30 mil detenidos desaparecidos. "Yo hacía canciones pero nunca creí que las iba a poder cantar en público. Memorias del Sur generó el ámbito para que lo haga. Ahora este acto también y ya vendrán otros. La gente antes no hablaba porque es un tema doloroso, en cambio así, uno no se involucra personalmente sino que se identifica en conjunto", explicó.
Se leyeron uno a uno los nombres de todos los alumnos de la división perdida y fueron seguidos por enérgicos gritos de "¡Presente!". El público también expresó su apoyo a las Madres de Plaza de Mayo, presentes en el acto, con el ya mítico canto de "Madres de la plaza, el pueblo las abraza". Luego se recitó "La mirada del poeta", de Juan Gelman y se retiró la bandera de ceremonia acompañada con fuertes aplausos, algo que se prohibió en un edicto militar durante la dictadura.
El periodista Julio Bazán destacó que la cantidad de muertos y desaparecidos "habla bien de lo que promovía la escuela. Hombres que no pensaban sólo en ellos mismos sino en los demás y lo llevaban a la acción".
Al finalizar, en el hall de entrada y mirando hacia el mural, alumnos, ex alumnos, familiares y amigos corearon en conjunto con las manos en alto el himno del ENAM. Sus ojos brillaban de emoción y no faltaron las lágrimas y los abrazos.
Hoy, 1200 alumnos estudian en las aulas del ENAM, entre las mismas paredes que vieron crecer a los chicos de la división "perdida", a su solidaridad, su compañerismo y su compromiso social.
Se repartieron rosas a todos los presentes, quienes espontáneamente)al retirarse, las fueron dejando junto a las fotos de esos 29 jóvenes que ya no están. Tal vez por la falta de tumbas donde nunca pudieron dejar flores ni hacer el correspondiente duelo.

La división "perdida" del ENAM

Evangelina Emilia Carreira (promoción 57)
Beatriz Mariana Quiroga (Promoción 58)
Guillermo Tamburini (Promoción 59)
Eduardo Streger (Promoción 62)
Osvaldo Plaul (Promoción 62)
Máximo Wettengel (Promoción 62)
Juan María Castro (Promoción 62)
José Pablo Ventura (Escuela primaria)
Miguel Ángel Butrón (Promoción 64)
Alicia Chihee (Promoción 64)
Alicia Dora Cerrota (Promoción 66)
Cristina Prósperi (Promoción 66)
Raúl Ceci (Promoción 67)
Hugo Oscar Rizzo (Promoción 68)
Norma Inés Cerrota (Promoción 68)
Susana Papic (Promoción 69)
Patricia Ronco (Promoción 69)
Sergio Cotter (Promoción 68)
Silvia Streger (Promoción 70)
Claudia Istueta (Promoción 70)
Julio César Montoto (Promoción 70)
Mario Geffner (Promoción 71)
Beatriz Le Fur (Promoción 71)
Mabel Femández Ochipinti (Promoción 72)
Víctor Galuz (Promoción 72)
Leonel Eduardo Zabúllete (Promoción 73)
Mrgarita Ercole (Promoción 76)
Rubén Gerenschtein (Promoción 77)
Mónica Tressaco (Promoción 77)
Guillermo Savloff (Promoción 45)

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ADIOS EN ESPERA

Estoy incómodo, esta fragancia no me gusta y no hay nada de luz. ¡Cómo gritan esos hombres! No puedo creer que estén hace dos horas corriendo detrás de una pelota sin parar. Recién él se acercó porque le había parecido escuchar mi voz, pero cuando se dio cuenta de que yo estaba callado me arrojó con fuerza contra el cierre. Creo que me raspe la espalda. No la estoy pasando bien, quiero volver a mi casa.

Allá no podía respirar, el olor era insoportable y a veces hasta me mojaba y pegoteaba en el algodón, pero era feliz. Disfrutaba al escucharla gemir y me encantaba saber que gracias a mi ella estaba sonriendo. La amaba.
No me importaba que ya casi no me quedaran energías, hacia lo imposible por seguir temblando con todas mis fuerzas para que -ella gozara. Me esforzaba mucho y ella me lo retribuía con regalos, todos los meses una funda diferente. Una vez me compró uno de esos muñequitos que se enganchan y prenden lucecitas, pero a los pocos días se rompió. No me importó, porque nuestra relación era hermosa, un dar y un recibir reciproco que nos satisfacía a los dos. A la noche trataba de alimentarme rápidamente así volvía junto a ella y nos acostábamos juntos.
Pero un día, hace exactamente tres meses y 14 horas, ella se cansó de mi y me abandonó. Ya no me protegía entre sus piernas sino que me llevaba en el bolsillo de su pantalón y, poco a poco, me fue alejando cada vez más. Después, en el interior de su cartera y a veces hasta me olvidaba en la mesita de luz de él.
Acá parece que hay varios compañeros encerrados tras los cierres como yo. Me di cuenta porque los escuché. Hace unos minutos dos de ellos cantaron la misma canción. Amo cuando se confunden sus voces en lugares públicos y hacen conciertos que enervan a sus dueños.
Ayer él vino a dormir a casa. Llegó con su saco de cuero negro y su caminar seguro y violento. Yo lo miraba desde el mueble del living mientras ella cocinaba parada en la cocina. Lo primero que hizo fue abrazarla por la espalda y correr el pelo que le caía sobre el hombro, me desesperé. No sabía como evitar
que la besara así que junté fuerzas y grité. Ella salió corriendo hacia mí y me alzó entre sus manos. "Buenos días la llamamos de Moviplan para ofrecerle un nuevo servicio de llamadas internacionales ... ", le dijeron desde el otro lado. Fue lo primero que se me ocurrió, mis antiguos jefes siempre estaban disponibles para esas cosas.
Pero a ella no le interesó, sólo quería volver a su lado, besarlo, acariciarlo y gozar con él 'como antes lo hacía conmigo.
Sí, es verdad que él es más grande, pero conmigo podía ir a todas partes. Yo siempre huelo bien sin ponerme ningún tipo de spray y, aparte, les caigo bien a sus amigas; todas ellas me quieren tener.
Se abrazaron fuertemente y ahí fue cuando se lo dijo: "Te tengo una sorpresa amor", le murmuró al oído. Casi vomito, ¡esa 9rejita era mía! ¿Cómo se atrevió? Siguió: "Te encargué un teléfono nuevo, ese que tenés ya está viejo y me ofrecieron uno en el trabajo, así que mañana me lo llevo y le cambio el chip".
¿Viejo yo? ¿Por qué no se mira en un espejo? Me puse a llorar, no lo podía creer. Me iba a abandonar así, tan fácilmente ... Después de todos los momentos que vivimos juntos ni siquiera me dijo adiós, incluso estaba feliz de cambiarme.
Y acá estoy, esperando el final. ¿Qué pasará conmigo? Con ella vimos películas de gente que perdió la memoria, pero igual me da miedo. Yo la quiero recordar siempre. Sus ojos verdes que en el centro tienen un sol, su pelo largo y oscuro, sus aritos colgantes con perlas rojas... Ahora tan solo es un rostro plasmado en mi pantalla, su última foto.
¡No! Ahí lo veo venir por un agujero que quedo entreabierto del cierre del bolso. Está muy cerca ¿qué hago? No, no me agarres. Por favor, déjame volver y despedirme. Es inútil, no me escucha. Veo su mano acercándose hacia mi espalda. Me da escalofríos, me está sacando la funda. ¡Ay! Rozó con su mano la lastimadura que tengo de cuando me arrojó. Su pulgar se está acercando... Se me cierran los oj ...

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ODIO LOS VIDEO CLIPS

Nunca me gustaron. Siempre preferí escuchar las canciones y crear yo sola los lugares, los personajes y sus historias -cuando no me imagino a mí protagonizándolas.


Nací en 1986 y este formato ya estaba de moda, pero muy pocas veces voy a tono con las tendencias. Nunca entendía las charlas de mis amigas cuando discutían acerca del clip de X canción. Ellas se iban a acostar con MTV y yo miraba -y lo sigo haciendo- las competencias de patinaje sobre hielo o, en su defecto, algún ballet de esos aburrido-s que dan ganas de dormir.
Es que creo que plasmar una canción en imágenes es reducir su alcance emocional, sensitivo y creativo. Es como los libros llevados a las películas, que borran para siempre las escenas de la memoria del lector que las había imaginado mientras lo leía, y las remplaza por las que eligió el director del casting de actores.
Los videoclips no hacen más que reafirmar que estamos en una sociedad donde lo que importa es lo de afuera, donde la imagen lo domina todo y nada existe si no se ve. Puro ego de los músicos, pura fama de los directores, puro negocio para MTV -que se reserva el derecho de admisión. Dirigidos a un público en particular, los clips tienen como fin vender un disco. A pesar de que muchos directores de cine tuvieron se experiencia en la pantalla chica, los mini cortos se acercan más a la publicidad que a una película.
Este análisis parte de la pura ignorancia y de la simple sensación que me produjo ver estos videos por primera vez, que a decir verdad, no fue gran cosa. Aunque debo reconocer que el videoclip, limitado al ritmo y tempo de la canción que marca su duración, tiene una mínima perspectiva artística, en las formas de describir y narrar y en los iuegos espacio-temporales que puede incluir. Aunque este matiz artístico esté totalmente subestimado a lo comercial.
Con "Like a Rolling Stone", en 1994 los Rolling Stones hicieron un video a su medida. La pantalla refleja la vida agitada de una chica sumergida en las drogas y, por medio del movimiento de la cámara y las imágenes borrosas, se traslada al televidente, que pasa de ser oyente de una canción a observador de una obra audiovisual.
Pero "Love is Strong", de 1992 y ganador de dos MTV Video Music Award por sus efectos especiales y cinematografíá-,' cae en el egocentrismo. El video hecho por David Fincher, muestra a las gigantes figuras integrantes del grupo británico en blanco y negro, mientras recorren la ciudad. Caminan a paso firme, en tomas en contrapicada que los vuelven más poderosos, dejando en claro su autoridad y soberbia.
En el video del tema "Black and Whi te", de Michael Jackson, dirigido por John Landis en 1989, el cantante aparece como un Dios unificador de culturas, que recorre el mundo y se codea con diferentes personas. El mundo aparece como algo alcanzable -el objetivo es llegar a todo el planeta. Michael sería quien sostiene el globo terráqueo donde esos dos chicos están sentados. Jackson, con Thriller había sido uno de los precursores de que el clip se convirtiera en una pequeña historia, una mini historia en pocos minutos.
Y llegó el turno de la reina del popo Qué más egocéntrico que los clips de Madonna. Ella, sola, di va. Y no hace falta ningún ingrediente más para la receta del éxito.
En los videos los cantantes pasan a ser héroes, que pueden ser personajes de la historia que se cuenta o simplemente aparecer cantando o tocando, en estudios de grabación o en cualquier lugar de la tierra y del espacio. A veces la imagen refleja la letra de la canción, pero no es indispensable, porque lo que vende es lo visual.

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MEMORIAS DEL SUR

A 30 AÑOS DE LA DICTADURA
Memorias del Sur: un homenaje a los desaparecidos

A Mario lo mataron el 4 de diciembre de 1975, durante un gobierno democrático, mientras pegaba unos carteles en una calle de Barracas. El 27 de mayo de 1976, a Judith, que daba clases en una villa, la agarraron en la calle y al "fiaco" lo fueron a buscar a su casa. A Daniel, Guyo, Silvia y Fino también los secuestraron en sus casas. Algunos de sus compañeros de un club de Lomas de Zamora y familiares se reencontraron después de 30 años para homenajearlos.

Mario Geffner había sido director de juventud del club Ateneo Israelita Argentino de Lomas dé Zamora y militaba en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). En su velatorio, una mujer se acercó a sus familiares y dijo estar embarazada de él. Durante estos 30 años, Pablo, como llamaron a ese bebé, mantuvo una relación no del todo cercana con su abuela y sus tíos, pero a partir de un encuentro con amigos del club de su padre, pudo reconstruir su historia y reconoció: "Recién ahora empiezo a conocer a mi papá".
Era gente que no se veía hacía mucho tiempo y que al reencontrase y recordar viejas anécdotas, también recordó a las personas que no estaban ahí con ellos. Notaron la ausencia de siete personas, que habían sido parte de ese grupo y a las que el terrorismo de Estado de la última dictadura militar les robó la posibilidad de presenciar ese momento.
Siempre les hicieron falta sus amigos, pero recién después de estos 30 años pudieron hablar del tema y compartir sus sentimientos. Muchos lo habían charlado con sus hijos, o con conocidos que no tenían nada que ver con el club, pero nunca entre ellos, entre los que formaron parte de ese grupo.
Comenzaron a reunirse cada semana para hablar y buscar la maneta de homenajear y compartir con todo el que quisiera los recuerdos de sus amigos Mario Eduardo Gueffner, Rube'n Enrique (el Flaco) Gerenshtein, Silvia Streger, ludith Nina Golberg, Eduardo Miguel (Fino) Streger, Marcelo Gregorio Sember (Guyo) y Daniel Gluj.
Se pusieron un nombre: Memorias del Sur, en referencia a la zona que los unió, ya que hoy la mayoría vive en Capital y solo dos continúan en Lomas de Zamora.
Una tarea difícil y glorificante a la vez. "Fue algo totalmente reparatorio, lo hicimos para ellos pero también para nosotros", contó Mónica Streger, una de las organizadoras, hermana de los desaparecidos Silvia y Eduardo. Fue un largo camino hasta llegar al primer homenaje.
"Al principio quisimos abrirlo para los desaparecidos judíos de zona sur, 'pero decidimos hacerlo para nuestros amigos", explica Beatriz, otra de las integrantes.
Con la ayuda de una diseñadora gráfica, hija de uno de ellos, prepararon paneles
con fotos, cartas, poemas y textos que reconstruyen la historia de cada uno de los siete. Luego se leyeron varios discursos, todos muy emotivos y personales, lo que generó un clima muy especial.
Pablo Geffnef fue al acto acompañado por su esposa embarazada y le dedicó a su papá una canción que él compuso. "¿A quién llena de orgullo la muerte de su padre?", pregunta en la última estrofa del tema: "A mi sí”, respondió Pablo con la frente en alto y los ojos llenos de lágrimas.
Así se sucedieron los distintos discursos de amigos y familiares de los desaparecidos. Las palabras narraron anécdotas, describieron las esperanzas y los sueños de estos jóvenes, su solidaridad, sus valores.
Mónica y Beatriz cuentan que la mayoría de las familias aceptaron colaborar,;pero que a otros les costó más. "Muchos ni siquiera habían hablado con sus hijos", dice Beatriz, psicóloga, y explica que era por miedo que la gente reprimía sus sentimientos y se encerraba en sí misma. Mónica agrega: "Cada familia lo manejó
como pudo y se tomó sus tiempos". Cuenta que ella se refugió más en los organismos de derechos humanos que en su familia.
También confiesan que en la época de la dictadura se corrían muchos rumores en Lomas. El "por algo será", el "que Fulanito se metió porque el otro lo arrastró". Algunos de esos mitos siguen vigentes hoy en día, lo que llevó a que varias personas estuvieran en desacuerdo con el homenaje.
En el acto participó el músico Marcelo Moguilevsky, que al enterarse por un amigo, quiso colaborar. Al término del homenaje, se destapó una escultura en la entrada de la sede, donada por el escultor Roby Bemath, con los nombres de los siete.
Memorias del Sur inauguró una placa recordatoria en el cementerio de la colectividad de Lomas de Zamora y planea escribir un libro, abrir una página Web y difundir su proyecto por distintas escuelas con el fin de promover la memoria y de alguna manera, reivindicar la lucha de sus amigos y hermanos desaparecidos.

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TIEMPO DE DEBATE

"¿No querés venir a ver una performance?", pregunta un joven a un amigo en Florida al 900. "¿De qué se trata?", indaga el otro. "Ni idea, pero ¡vamos! Es una experimentación y después hay un happening". Mientras tanto, en el altillo de algún departamento de Buenos Aires un grupo de personas mira una película clandestina, amuchados, sentados en el suelo, pero con la emoción de estar viendo algo prohibido. De a ratos, paran la proyección para charlar entre mates.

Corrían los años 60. Perón estaba en el exilio y Argentina no era indiferente a lo que pasaba en el mundo: la guerra de Vietnam, el hippismo y el Mayo Francés, tenían sus repercusiones el que en ese entonces pocos se animaban a denominar Tercer Mundo. Los militares, al mando de Onganía, se hacían cargo del poder, de prohibir las reuniones que no querían que se concretaran y de acallar las voces que no deseaban escuchar. El Instituto Di Tella, inaugurado en 1958 por Guido y Torcuato Di Tella en el décimo aniversario de la muerte de su padre, marcó un hito en la historia del arte en Buenos Aires. Fue ícono de la vanguardia artística, de la innovación escénica y de la investigación. Su objetivo era modernizar las artes argentinas, acercando los protagonistas jóvenes a las experiencias de vanguardia que se daban en París, Londres y Nueva York. Pero como en la obra de Griselda Gambaro, una de las artistas que se gestó en el instituto, "De eso no se habla". Porque todos los aciertos del Di Tella quedaron enmascarados tras las caretas de la superficialidad. De lo que sí se habla es de las fiestas que se organizaban y del lenguaje americanizado que incorporaron sus concurrentes, pero no del avance que significó este centro cultural para la movida cultural argentina.
Es que la mayoría de las personas que asistían al instituto no eran como esa otra gente que se reunía a escondidas a mirar el largometraje "La hora de los hornos", de pino Solanas, en el que se mostraban las fatídicas imágenes de la pobreza en Latinoamérica y se denunciaba a los culpables de tanta desigualdad. Los del Di Tella eran "gente bien". Sin ánimo de generalizar, seguramente alguno de los artistas del instituto había visto clandestinamente "La hora de los hornos", pero el nivel de compromiso social no le llegaba ni a los talones al de los jóvenes que filmaron la película, se metieron en la Sociedad Rural con identidades falsas y no se taparon los ojos al ver las fotos del Ché Guevara ensangrentado minutos antes de que lo asesinaran en Bolivia. Para ellos ver la película era un orgullo.
En ese entonces había veinte copias de La hora de los hornos que circulaban en secreto por todo el país. Hoy el film se puede conseguir en varios videos de barrio, pero ni el compromiso social ni el debate político ni el orgullo son como los de aquella época. Es que los años pasaron y, terror, muertes y desapariciones de por medio, la militancia se redujo, los partidos hoy sufren una terrible crisis de representatividad y la gente "no se mete en política”. La mayoría de los jóvenes de hoy prefieren el capítulo de Montecristo y el partido de Boca, antes que sentarse cinco horas a ver esa película.
Hacer arte es positivo y siempre vale la pena. Pero hacer cosas artísticas con mucho es más fácil que hacerlas con poco, -o con casi nada. Yeso es lo que marca la diferencia abismal entre las producciones del Di Tella y el film de Pino Solanas, aunque este último contaba con ciertos beneficios económicos -no venía de una villa miseria- tampoco estaba al nivel de los chicos del instituto.
Pero hay un puente que achica la distancia entre el grupo de jóvenes que iba a ver las performances en Florida y el otro que se juntaba en la casa de algún desconocido a debatir. Ambos eran partícipes de la obra artística. El movimiento cultural tanto del Di Tella como de La hora de los hornos, invitaba a la desaparición del espectador pasivo, incluía al público, lo incorporaba al proceso creativo. El escenario se ampliaba sobre la platea, los actores se dirigían a los observadores y, en la película, unos carteles se congelaban en la pantalla proponiendo al público debatir. Es que el film daba mucho para a hablar, y sigue dándolo.
Las denuncias de La hora de los hornos siguen vigentes: todavía hay pobreza, gente que muere de hambre, hay desigualdad y una brecha cada vez más grande entre los ricos y los desafortunados. América Latina sigue estando en guerra, una diferente a la que anunciaba en su primer parte la película, pero muy muy lejos de la paz.
El arte de hoy no innovó mucho más allá del espectador activo y al público actual ya no le sorprende que lo llamen al escenario o que los actores paseen por los pasillos y los rocen o les tiren agua. Un proyecto se destacó en estos años: proponía la interacción de un sólo actor con un sólo espectador. Había varios actores pero cada uno monologueaba frente a una única persona,~ se afectaban mutuamente y se comunicaban. Esto también es la ruptura de la pasividad del público, pero se acortan aún más las distancias entre el actor y el espectador, están solos y eso genera cierta complicidad y también algo de incomodidad. Este proyecto no pasó del under del off off Corrientes y no llegó a la popularidad; una lástima.
Pero, ¿existe en la actualidad alguna herencia evidente tanto del Di Tella corno de La hora de los horno~? Sí. No con un 100 por ciento de la información biológica igual, pero sí con algunos que otros genes mutados. Los hijos y nietos de los locos de la Mnzana de las Luces, estudian cine en la FUC, en San Telmo, teatro con Nora Moseinco o comedia musical con Pepito Cibrián. Son los que tienen los recursos para pagar los estudios con los conocidos profesores que luego les abren las puertas al negocio del arte. Es que actualmente todo es un gran negocio: para llegar a triunfar hay que tener contactos. Muy pocos logran sobrevivir de su profesión artística, sin hacer otro trabajo paralelamente, y llegaron por su talento sin contactos y sin dinero.
Hoy en cierto modo hay democracia y libertad de expresión. No hay necesidad de hacer películas ni obras clandestinas, supuestamente no hay nada prohibido. Pero hay otras trabas que dejan que los herederos de La hora de los hornos continúen en secreto: las trabas económicas. Estudiar en las escuelas prestigiosas es caro y muchos no se pueden dar ese lujo porque necesitan la plata para comer. ¿Cuántos excelentes actores habrá en los talleres gratuitos y en los centros culturales de barrio? No se si estas personas son o no herederas de La hora de los hornos en cuanto a su compromiso social, pero sí están condenadas a la clandestinidad, corno aquellas. Las prohibiciones no son explícitas pero existen.
En cuanto a cine y teatro de protesta, falta valentía y creatividad. La película de la fuerza aérea no deja de ser una maniobra política del gobierno, las obras de Los Macocos no revelan nada nuevo y Teatro por la Identidad ... podría ser pero está lejos de igualar aquella creación de Solanas en la que conjugó su experiencia corno publicitario con las imágenes más crudas que la injusticia social para dejar al público con la boca abierta, esperando ansioso que llegara el tiempo de debate.

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DÍA OSVALDO

Sentado detrás de u escritorio color madera y con los brazos cruzados, Osvaldo Boglione observa la entrada de la escuela terciaria de periodismo TEA, como todos los días.

Son las 18:30 de un lunes y Osvaldo abrió la puerta para que entrara un poco de aire fresco. Con sus dedos hace percusión sobre la mesada mientras decenas de alumnos
entran y salen con sus libros, mochilas y diarios en mano, algo normal tratándose de una escuela de periodismo. Algunos lo saludan cordialmente, pero la mayoría pasa de largo, sin prestarle mucha atención.
En medio de ese constante ir y venir de gente, Osvaldo se siente solo, como si todos los demás fueran extras en las escenas de su vida. Igual, parece acostumbrado.
De a ratos charla con la mujer encargada de la limpieza, que pasa cargando las bolsas de basura y el escobillón, pero la mayor parte del tiempo está callado y de su boca s6~0.sale un "Buenas tardes” o un "Chau, hasta luego”.
Se pone de pie, se apoya sobre la puerta y mira hacia afuera: varios alumnos charlan sentados sobre el escalón de la entrada, otros toman una bebida en el kiosco de al lado y una larga fila de personas espera en la parada de colectivo.
De pronto, Osvaldo gira su cabeza y mira hacia el interior de la escuela, se siente inhibido. Para su sorpresa, descubre que una alumna, apoyada de espaladas contra la pared, lo observa detenidamente. A esto, sí que no está acostumbrado

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QUESTION Nº 1

¿Por qué mierda decidí hacer dieta y dejar de fumar la misma semana?

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S/T

Reprime sus propios sentimientos
oculto tras cortinas
de falsas sonrisas
Por dentro se desmorona
cae lentamente en su lecho
El llanto irrumpe
viene a molestar al silencio
las lágrimas impurifican su rostro
Un espejo, una imagen, un grito... vidrios rotos
y una ilusión muerta

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SELAVI

Eso es tanto
y a veces es tam-poco

Comienza con sonrisas
en un charco de llantos y sangre
Luego discusiones
en lagunas de limitaciones y castigos
Más tarde razonamientos
en ríos de miradas y avestruces
Después pequeños esfuerzos
en un mar de brazos caídos

Al final, siempre
cabezas escondidas bajo tierra
en un océano inalcanzable, que huele a podrido
que a veces resulta tanto
y a veces tam-poco

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jueves, 22 de enero de 2009

IMPOTENCIA

Desde allí observaba todo,
sonrisas, lágrimas, peleas,
abrazos, muertes
nubes y soles
Desde allí escuchaba todo,
gritos de alegría, llantos de emoción,
puertas cerradas,
vientos y tormentas
Ruidos, silencios, vacíos,
claroscuros
Desde allí veía y escuchaba todo, no podía elegir...
Estiraba mis manos con fuerza para poder cambiar las cosas de lugar
Gritaba con fuerza para tapar algunos sonidos
pero no era suficiente, nunca era suficiente
Me quedé allí... tan solo observando y oyendo todo,
sin siquiera volver a intentarlo.

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lunes, 5 de enero de 2009

INVASIÓN

Hoy vino una amiga a buscar mi mochila de mochilero que necesita para sus vacaciones. Pero llegó paranoica, antes de entrar miró hacia ambos lados y me hizo cerrar rápidamente la puerta de entrada. Algo raro había pasado.
Sí. La noche anterior habían entrado a su departamento. La puerta de abajo no estaba forzada, asi que se supone que el/los/la/las ladrones entraron con llave o por el garrage.
De las dos puertas de su departamento una tenía la cerradura rota. Asi la encontró su mamá cuando llegó a la noche mientras su papá y ella intentaban arreglar la luz, que habían cortado los ladrones. Más tarde, su mamá lo adjudicaría a que en esa puerta faltaba la mezuzá que se había llevado el rabino para controlar. Destino, casualidad, religión, para algunos; nada que ver, cualquiera, para otros. No hay un porqué. Lo único cierto es que alguien sabía que ese día en esa casa estaba todo lo recaudado en Navidad y Reyes.

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sábado, 3 de enero de 2009

TIPOS ESTEREO

Odio cuando dicen: "No quiero encontrarme con nadie de la cole" o "Si no es fiesta de la cole no voy" ?Cual es el problema? Ya estamos grandes, decis hola que tal y seguis de largo. No es ni un extremo ni el otro, hay que relajarse. No hay tantas diferencias entre nosotros, hay que borrar los estereotipos y permitirse conocer a cada persona. Si despues terminas con el tipo/a que menos te imaginabas y que cumplia menos requisitos de tu lista de cualidades ideales.


El otro día mientras almorzaba con una amiga le comenté que esa tarde iría a la libreria a hacer la infaltable compra pre viaje. Esa en la que siempre termino comprando úna cantidad imposible de leer en los días del viaje, pero quedan para el resto del año. Ademá, la aventura de la librería y charlar con los vendedores es de lo más interesante. En fin... mi amiga me recomendó Bestiaria, de la mina que escribe el blog homónimo. En la lista también estaba Mi amiga Anna Frank y un espacio libre para el que me sedujera en el momento. Al llegar a la librería, una nueva porque me mudé hace poco, en uno de los primeros mostradores estaba Bestiaria, asi que lo tomé sin dudarlo y segui mirando. Al rato, ya con una pila de libros en mis manos y sin poder decidirme, la vendedora se acercó a ver que necesitaba. Lo primero que me dijo: "Llevate Bestiaria, es ideal para chicas de tu edad (1² estereotipo), lo llevaron mucho en Navidad".
Digo que lo de "es para tu edad" es un estereotipo porque la mujer no sabia mi edad y además desde cuando la apariencia de edad determina el gusto de los libros. En fin... En el momento no me molestó en absoluto, pero con ya medio libro leido, no entiendo el porque de las recomendaciones. Bueno, en realidad si entiendo. El libro clasifica a las mujeres segun un monton de cosas, pero las encasilla en un estereotipo. En vez de contar algo de una mujer x habla de generalidades que no existen, de blancos y negros que para mi pueden ser grises y violetas y rosas que pueden ser rojos, lilas, amarillos, índigos. Odio cuando se generaliza, cuando se divide a la totalidad en dos grupos, sin medias puntas.
Se que la intencion del libro no es esa, pero habla de mujeres encorsetadas bajo ciertas reacciones y no habla de todas las mujeres, no habla de la mayoria de las mujeres. Muchas mujeres se sienten identificadas con sus tipos de mujeres, y se piensan no como personas unicas sino como porciones de una grande de muzza, todas la misma cantidad de queso y aceitunas. Pero muchas otras no, no se identifican con ninguno -y no por negacion- y tirarían el libro en una plaza, porque los libros no se tiran.

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